¿CÓMO SE ORGANIZA LA NEVERA?

Parece algo muy sencillo y sin ningún misterio pero, ¿sabemos realmente cómo debemos organizar los alimentos dentro de la nevera y por qué? Tanto la refrigeración como la congelación comenzaron a utilizarse hace muchos años, en forma de “neveras” creadas en un hoyo en el suelo con capas y capas de nieve. Ambas son un método muy efectivo de conservación, ya que mantienen inactivos los microorganismos de los alimentos, aunque no los destruyan del todo (únicamente se consigue aplicando calor).

Para aprovechar al máximo los beneficios de la refrigeración tenemos que organizar correctamente el frigorífico:

Las neveras se organizan por TEMPERATURAS, cada una de ellas indicada para un determinado alimento o grupos de alimentos:

- La zona de la puerta es la menos fría de todas (10ºC), en ella se deben almacenar salsas, mermeladas, huevos, mantequilla y bebidas.

- La parte superior (8ºC) está indicada para alimentos listos para consumir, es decir, conservas abiertas, comida ya cocinada, envases abiertos…Un poco más abajo, encontramos los lácteos como los yogures o el queso.

- La parte del medio está en torno a los 6-8ºC, temperatura ideal para las frutas no climatéricas (naranja, limón, cereza, frambuesa, uva, aceituna, pimiento, pepino, piña, mora, arándano, berenjena, pomelo, granada, calabaza, calabacín, lima, fresa…) y las verduras. Suele estar en forma de cajón, para evitar el contacto con otros alimentos. Nunca se deben guardar con las bolsas de plástico.

- En la zona más fría de la nevera (2-5ºC) se almacenan las carnes y pescados frescos, ya que necesitan menos temperatura para su conservación.

- Fuera de la nevera debemos almacenar:

- Frutas climatéricas: manzana, pera, plátano, ciruela, higo, melón, aguacate, kiwi, tomate, mango, chirimoya, melocotón, melón, membrillo, sandía, papaya, caqui…

- Cebollas, ajos y patatas: la humedad aumenta la velocidad de aparición de mohos y en el caso de las patatas, el frío puede aumentar la concentración de azúcares y dar lugar a acrilamida durante la fritura (potencial cancerígeno).

Se debe respetar el ESPACIO ENTRE ALIMENTOS, para que el frío pueda circular entre ellos. Además, no tienen que tocar las paredes de la nevera, ya que podrían dañarse.

Nunca deben entrar en contacto alimentos crudos con alimentos ya cocinados porque puede dar lugar a la conocida "CONTAMINACIÓN CRUZADA", debido a que los alimentos crudos aún pueden tener microorganismos que contaminen los cocinados.

También es recomendable utilizar ENVASES de cristal o bolsas con cierre hermético para el almacenaje. El plástico puede provocar interferencias entre algunos de sus componentes, como el Bisfenol (potencial cancerígeno), y los componentes del alimento, como el aroma o el sabor.

La LIMPIEZA es fundamental. Vaciarla y limpiarla una vez al mes nunca está de más.

El CONGELADOR es otra parte importante. Se deben seguir las mismas recomendaciones pero manteniéndolo a una temperatura de -18ºC. Para descongelar alimentos, es mejor hacerlo directamente metiéndolos en la parte frigorífica, ya que si los sacamos fuera a temperatura ambiente pueden proliferar los microorganismos.

Ahora vamos a poner todos estos conocimientos en práctica. Hoy en día, solemos estar muy ocupados entre semana y lo último que nos apetece es ponernos a cocinar. Por ello, solemos acudir a alimentos insanos pero rápidos que nos salven de tener que preparar una buena comida. Para evitar esto… ¡os traemos algunas ideas de "MEAL PREPS"!, es decir, alimentos que dejamos preparados para su posterior consumo. Con ellos nos ahorramos tiempo en la cocina y facilitamos una alimentación más saludable entre semana.

- Huevos: Es muy interesante que dejemos algunos huevos cocidos preparados en un tupper porque son un buen recurso para nuestra alimentación. Los podemos tomar tanto en desayunos, en cenas, como en comidas e incluso en meriendas. ¿Cuánto nos duran en la nevera? Su duración dependerá de si los dejamos pelados o sin pelar. Los huevos cocidos sin pelar duran en la nevera alrededor de una semana. Si los dejamos pelados, dos días.

- Pasta, arroz o quinoa: Podemos dejar cocidos el arroz, la pasta o la quinoa en tuppers para utilizarlos a lo largo de la semana en multitud de recetas. ¿Cuánto nos dura en la nevera? Entre 3 y 5 días.

- Verduras: Podemos hervir judías verdes para varios días o verduras como el brócoli y dejarlas preparadas. Otra opción es asar algunas verduras como calabacín, pimiento, cebolla, berenjena, champiñones, espárragos… Es interesante tener verduras cocinadas para acompañar a algunos platos y para realizar recetas rápidas y saludables. Un recurso muy efectivo es preparar la lechuga de las ensaladas. Siempre perdemos mucho tiempo lavando y preparando la lechuga, por lo tanto si la dejamos preparada, ¡mejor que mejor! Podemos lavar y cortar la lechuga y guardarla ya cortada y limpia. Al igual que la lechuga, se pueden lavar y cortar otras verduras u hortalizas y dejarlas preparadas para por ejemplo, hacer un salteado o preparar una ensalada. Dentro de este grupo incluimos también los tubérculos. Siempre es una buena herramienta cocer algunas patatas para utilizarlas como guarnición de las verduras. ¿Cuánto nos dura en la nevera? Entre 3 y 4 días, pero hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo pase, más afecta a su textura.

- Pollo: Tal vez hacer un filete y dejarlo en la nevera unos días no sea una buena idea, pero sí podemos recurrir al pollo mechado. Si dejamos preparado en un tupper pollo mechado, podremos añadirlo a las ensaladas, utilizarlo en sopas e incluso tomarlo con fajitas. ¿Cuánto nos dura en la nevera? Entre 3 y 4 días.

- Frutas: ¡Hay mucha, mucha gente que no toma fruta por la pereza de preparársela! Por lo tanto, para evitar esto podemos dejar algunos tuppers con fruta preparada. Por ejemplo, podemos dejar piña troceada o fresas limpias. Además, esto también puede ser un buen recurso para realizar algún smoothie. ¿Cuánto nos dura en la nevera? Dependerá de su variedad y método de conservación. Algunas pueden aguantar más de una semana pero por ejemplo, las fresas solo duran 3 días.

Si os animáis, podeis hacer algunos platos como purés o lentejas y congelarlos. Así, podeis ir sacando más alternativas a lo largo de la semana.

Aquí os dejamos una tabla donde podéis ver de forma más sencilla y resumida todo lo que os hemos contado: